El aniversario

Llevábamos un año saliendo, la típica pareja, nos conocimos en la Universidad, empezamos a salir, con sus vaivenes, lo normal, yo trabajaba en una Empresa medio tiempo y de ahí iba a la escuela, había estado juntando y rente una casa en Cuernavaca para que pasáramos el fin de semana.

Su nombre es Diana, cabello negro, blanca, lampiña, nalgoncita, pechos medianos, desde que la conocí siempre a usado tangas, ese día como cualquier otro me pare, fui a trabajar y como eso de las 3 me fui para la escuela, al llegar ya estaba mi novia ahí con sus amigos: Julián, Cristian y Ximena, estaban tomando los 4 cuando llegue a saludarla.

Le comenté que le tenía una sorpresa que iríamos a Cuernavaca que había rentado una casa y ella se alegro me dio un beso en la boca y antes de poder decir algo más le dijo a sus amigos y yo me quede con cara de ¿Qué?.    De pronto paso de ser un fin de semana romántico de pareja para celebrar nuestro aniversario a ser una fiesta con sus amigos.

Se subieron todos al coche y nos fuimos, al llegar a la casa pusieron música, nos tomamos unas cervezas y yo estaba muy cansado, estaba despierto desde las 5 am ellos aun no trabajaban, usualmente se levantaban como al mediodía para ir a la escuela, no sé cuánto tiempo estuve despierto pero de pronto me quede dormido.

Paso algo muy extraño, de esas veces que estas tan cansado que de pronto abres los ojos pero estas tan cansado que te vuelves a quedar dormido, pues hubo un instante en que abrí los ojos y vi a mi novia en el sofá de enfrente, no traía sus pantalones, solo una tanga negra y estaba sentada encima de Julián besándolo y notaba como él le apretaba las nalgas.

Cuando desperté estaba sentado en el sofá con una cobija, fui a la recámara me acosté al lado de Diana, le empecé a besar el cuello y terminamos cogiendo, me dijo que fuéramos a la tienda para comprar un traje de baño, fuimos todos y al regresar mientras ella se cambiaba le comenté lo que había visto o el sueño que había tenido y ella solo se río, me volteó a ver y me dijo:

-bebé ¿eso te excita?, ¿me imaginas como mis amigos me cogen?- se río me dio un beso y se fue al baño, yo trate de suponer que todo había sido un sueño, que era mi imaginación pero a la vez pensaba que se había visto tan real.

Fuimos a la alberca y el día pasó tranquilamente, todos tomando, riendo, bailando, las chicas entraron a la alberca, algunas fotos, lo típico, ya al anochecer como a eso de las 8 se acabaron las cervezas y Cristian me dijo que lo acompañara al OXXO a comprar más,  como estaba cerca decidimos irnos caminando pero cuando iba en la esquina me di cuenta que había dejado el dinero en mi mochila, le dije que me esperara y fui corriendo de regreso a la casa.

Al entrar sentí mi corazón dar un vuelco y es que cuando entre no había nadie en la sala, pero si se escuchaban unos gemidos de una chica, se estaban cogiendo a alguien, recuerdo que lo primero que pensé fue “por favor que sea Ximena” y cual si el mundo quisiera joderme justo en ese momento Ximena salió del baño y se me quedo viendo.

Tenía cara de espantada como de pensando en inventarme una excusa para cubrir a su amiga pero ahí ya no había vuelta atrás, camine hacia la recamara y abrí la puerta lentamente, recuerdo que mi corazón latía muy fuerte, las piernas me temblaban, sentía que me iba a desmayar y fue cuando vi a Julián acostado en la cama con los pantalones en las rodillas y Diana montándose en su verga.

No te mentiré, fue algo muy doloroso, ellos voltearon al ver la luz del pasillo y Diana quiso decirme algo pero yo solo alcance a decirle que era una puta y me salí de ahí, estuve caminando un buen rato, lo más gracioso es que me daba miedo entrar, no sabía qué hacer, pensaba en correrlos pero era noche y yo era el del coche, tampoco podía dejarlos ahí porque yo era el que había rentado el lugar.

Por fin regrese a la casa y mi novia me estaba esperando en la sala, apenas llegue se abalanzo sobre mí, me abrazó y me dijo que la perdonara, yo no sabía qué hacer y solo alcance a decirle que quería que me contara todo lo que había pasado, ella no quería y estuvimos peleando un buen rato hasta que acepto decirme toda la verdad.

Resultó que Julián lo conocía desde la prepa y había perdido su virginidad con él, era un chico muy bien dotado y cuando empezó a salir conmigo dejo de coger con el pero no sentía lo mismo, y después de un par de meses de estar saliendo un día cuando fuimos a ver una película mientras estaba la función ella se estaba mensajeando con él.

De modo que al dejarla en su casa a los 2 minutos paso el por ella y se la llevo a su casa a cogérsela, mientras ella me contaba esa parte, en la que me decía que se había subido a su carro y ni siquiera se había saludado de beso en el cachete o en la boca, sino que apenas entrar al coche, el ya traía la verga de fuera y en cuanto ella entró se fue directo a mamarle la verga.

-¿Qué es eso?- me preguntó ella, mientras sorprendido miraba hacia donde ella apuntaba con la mirada, tenía un bulto en el pantalón, no me había dado cuenta, pero lo que me estaba contando me había excitado de sobremanera, ella puso su mano en mi pantalón y me bajo el cierre para así meter su mano.

-¿bebé la tienes muy dura?, ¿te excita que se la mamara?, ¿toca mi conchita?- y mientras decía eso yo puse mi mano y la empecé a masturbar también.

-hace solo unas horas tenía una verga enorme abriéndome la cola amor y ahora tu me estas dedeando, ¿sientes su lechita dentro?-

Ella siguió contando como ese día llegaron a su casa y la tumbo en la cama y se la enterró de un golpe, como ella sentía delicioso de tener ese bulto dentro de ella y le decía que siguiera, le jalaba del cabello y le decía lo putona que era, como había dicho que ahora si iba en serio su relación y no podía vivir sin verga porque era una puta.

Y yo no sabía que me pasaba que entre más me contaba más me excitaba, al punto que termino montándose en mi verga mientras seguía contándome como me ponía el cuerno, como es que sus amigos sabían y como todos se reían a mis espaldas.   Y yo estaba tan caliente que me vine y ella siguió contando e inmediatamente se me volvió a poner dura lo que ella aprovecho para montarme otra vez y así estuvimos toda la noche hasta quedarnos dormidos.

Al llegar la mañana desperté al escucharla a ella entrar a la habitación, me dio un beso en la boca y me dijo que había hablado con sus amigos y que ellos se irían para que ya estuviéramos solos, se acostó a mi lado nos dimos un beso, un te amo, y yo me levanté, le dije que tenía ganas de una cerveza y fui hacia mi mochila.

Si lo piensas en principio era un fin de semana ella y yo solos y mi auto regalo de cumpleaños era algo que hoy día ya es algo normal pero que hace 15 años no lo era para nada, le había comprado un traje de bajo de tanguita y un brasier que apenas y cubría los pezones, se lo di y le dije que se lo pusiera que saliéramos a nadar un rato a la alberca.

Ella vio el traje de baño, sonrió y se abalanzo sobre mí, me dio un fuerte beso en la boca, me dijo que me amaba, que era el mejor novio del mundo y se fue al baño a cambiar, el resto de sus amigos estaban en la alberca esperando a que saliera para abrirles la puerta e irse, cuando salí Julián se veía algo asustado, como que no sabía qué hacer.

-Amigo no se qué fue lo que paso, se nos pasaron las cervezas- fue lo que dijo justo cuando vio entrar a Diana con ese diminuto traje de baño, entonces esa cara de culpa desapareció por completo y me dio un apretón de manos y volteó a ver a Cristian y a Ximena

-¿No se los había dicho?- mientras los demás se rieron

El se volvió a sentar y yo me senté en el camastro de al lado

-bebé hazme espacio para sentarme- fue lo que dijo Diana y yo inmediatamente me hice a un lado para que se sentara pero la muy perra en lugar de sentarse conmigo se sentó sobre las piernas de Julián, situación que hizo reír a sus amigos.

-Se te ve muy bien- dijo Ximena

-¿Te gusta?- me lo regalo Joel y me dijo que se los presumiera

-Apenas y te cubre, te ves mas puta que en la fiesta de Halloween- ambas se rieron y yo me quede sacado de onda, de ¿Cuál fiesta?, ¿de qué hablan?, se notaba que Ximena quería echar más cizaña, fregar en mi ego, pero yo no podía explicarme porque el hecho de que ella anduviera así vestida y de que sus amigos se burlaran de mi me excitaba tanto.

Empezaron a platicar de fiestas anteriores y de lo putita que era mi novia y Ximena, de cómo una vez pedas entre las dos se la habían mamado a un desconocido en una fiesta, y mientras Ximena contaba la historia yo veía como Julián le metía los dedos en la cola a mi novia, cosa que la hacía estremecerse y dar pequeños gemidos.

Julián ya no aguataba mas y se paró la agarro de la mano y la metió a la casa, pocos segundos después empezamos a escuchar los gemidos, inmediatamente Cristian se paro y entró a la casa y Ximena se quedo conmigo cual burlándose de mí.

-Sabes, eso esta muy bien, que seas así, Diana siempre nos dice lo chiquita que la tienes y es bueno que te aceptes así, ¿ya le has visto la verga a Julián?-

-No, ayer los vi cogiendo pero fue muy rápido-

Entonces ella se paro y me hizo seguirla, era la primera vez que veía a mi novia con esa expresión en su rostro, estaba sobre la mesita de la isla en la cocina, con una pierna arriba y Julián penetrándola mientras Cristian los veía y se hacía una paja.

Jamás había visto ese rostro en ella al coger conmigo, movía la lengua, la sacaba, trataba de agarrarse con las uñas de la mesa lo más fuerte mientras la embestían, soltaba unos gemidos hasta que empezó a hacer pequeños movimientos cual si convulsionara y fue cuando me di cuenta que había tenido un orgasmo, entonces Julián saco su verga y ella se puso de rodillas.

Me quede pasmado, sin lugar a duda la diferencia de tamaño era enorme, apenas y le entraba la cabeza en la boca, jugaba con su lengua, la alzaba con una mano y se la restregaba en la cara mientras le lamia los huevos, lo pajeaba lo más rápido que podía hasta que por fin el se vino en su cara.

Al terminar casi no podía ver pero se levantó y camino hacia mí, me abrazó y me dio un beso, toda embarrada de leche, yo con las manos le quite la leche de los ojos y ella me dijo.

-Gracias-   Todos empezaron a reír, ella me dio un beso y me dijo voy a bañarme, a partir de ese momento ya ni Julián ni Cristina tuvieron medidas conmigo y menos Ximena que no dudo en contarle a todos en la Universidad que yo era un cornudo y su mejor amiga una puta.