Llevábamos 7 años juntos, 2 años de casados, prácticamente cornudo desde el principio de la relación, creo que el hecho de ser cornudo me había llevado a ver varias páginas y termine por visitar algunos videos de sumisión y a leer algunos relatos de parejas cornudas que eran sometidas por un amo y fácil me avente unos dos años con esa fantasía, pero no era como yo decirle que tuviera un amo, porque lo verdaderamente excitante era la idea de la sumisión, de esa situación forzosa e inesperada, pero siempre que lo pensaba me excitaba demasiado, me masturbaba y al terminar sentía culpa y decía que pendejo soy en que cosas estoy pensando.
Empecé
a visitar páginas swingers, era como lo típico, para buscar sitios swingers, o
conocer a alguna pareja u hombre solo, pero me metía al chat, como que platicar
mis fantasías me permitía desfogarme y no hacer ninguna tontería, pero fue ahí
a donde conocí a Julián, yo le empecé a platicar sobre mi fantasía y el empezó
a seguirme el juego, me decía que sería rico que mi esposa le besara los
zapatos a mi mujer mientras el ponía sus pies sobre mi espalda y cosas de ese
estilo, nada diferente de cualquier otra conversación para calentarme,
masturbarme y venirme excepto por el hecho de que el incluyó a su esposa y si
de hecho en su perfil eran una pareja, su mujer era una chica de 1.65, morena,
cabello negro, muy pechugona y nalgona de unos 45 años y su esposo un hombre de
50, de 1.90 de altura, gordo de esos tipo panza lechera, moreno, medio feo,
terminamos de platicar e iba a cerrar la ventana del chat pero me pidió seguir
en contacto y acepté, habían veces en las que reciba conversación y me decía
hola soy Ana esposa de Julián y me hacía platica y se la seguía pero era algo
no se, confuso diría yo, al final yo no estoy viendo a la persona y de repente
que solo cambien el nombre como que suponer que ya es otra persona es algo
extraño, confuso e irreal.
Pasaron
los meses y un día estando en el trabajo recibo una videollamada, la contestó y
veo a una mujer con una blusa ajustada, morenita, me dijo hola, estas solo?, le
dije que no, que estaba en el trabajo y terminó la videollamada, me escribió
que Julián y ella estaban muy calientes y se habían venido pensando en sus
futuros esclavos, que ya no quería esperar más que ese viernes tenía que
decirle a mi esposa que iríamos a un bar swinger y llegar con ellos, creo que
la idea de que hubiera una mujer como que me calmo un poco, porque al final mi
fantasía era muy peligrosa y cualquier cosa podía salir mal, pero ese tonto
hecho de estará otra mujer me calmo (lo cual fue una tontería).
Le
comenté a mi mujer al respecto de ir ese viernes a un bar swinger pero me dijo
que tenía mucho trabajo, pero que el viernes siguiente estaría bien, yo les
comenté eso y me dijeron que estaba perfecto y Ana aprovecho para ponerme mi
primer tarea que sería no tocarme en toda la semana, así paso una semana donde
yo estuve nervioso, cada día solo pensé en escribirles que mejor no y cancelar
todo, pero Julián me escribía preguntándome como iría vestida la putita,
diciéndome que la harían gritar y yo no podría hacer nada, que me trataría como
una basura y me haría sentir impotente de no poder protegerla y yo
estúpidamente me calentaba más y así pasaron los días y llego el viernes.
Mi
mujer se puso una faldita negra tanga negra, una blusa blanca en V ajustada,
medias y tacones negros, se veía preciosa y para darle el toque cuando íbamos
de salida se subió más la falda, el sitio no estaba lejos, la cita era a las 8,
usualmente son a las 10 pero le dije que en este sitio ese era el horario y
pues que ya quería verla putear y estaba padre llegar temprano por si estaba
feo nos íbamos a otro lado y a ella le pareció bien, al llegar nos abrió Ana
que llevaba un vestido rojo pegado apenas abajo de la nalga, nos saludo de beso
en la mejilla y entramos, estaba la sala y unos sillones, Julián nos saludo y nos
presentó a otros dos chicos que estaban ahí, nos ofrecieron algo de beber pero
preferimos refresco (un consejo en cualquier lugar al que vayan no coman ni
beban) dijo que habíamos llegado muy temprano pero que las demás parejas seguro
no tardaban en llegar, incluso me dio risa porque de repente agarraba su
celular y decía "ah una pareja que ya viene pero que esta atorada en el
tráfico" y decía sus nombres y contaba una anécdota sobre ellos.
Así
pasaron unos 20 minutos cuando Ana me dijo que si le ayudaba a destapar una
botella en la cocina, yo fui hacia allá y al entrar ella me dijo en tono serio.
--Esta
es tu última oportunidad si te vas a echar para atrás vete sino date la vuelta
y pon las manos atrás--
-Pero
que es lo que piensan- no me dejo terminar mi pregunta
--Ya
te dije muy claro, date la vuelta y pon las manos atrás o vete-- me dijo con
cara seria
Trate
de pensar pero su mirada fija me ponía nervioso, habían 3 sujetos, estábamos en
una casa, lo más lógico sería irnos, pero la idea, el morbo, el hecho de no
haberme tocado en una semana me tenía demasiado caliente y no estaba pensando
bien, me di la espalda y puse las manos atrás, ella se acerco a mi espalda y
sentí un frio en mis manos, se alzó y se acerco a mi oído y me dijo:
--A
partir de este momento eres mi esclavo cornudito—
Me
di cuenta que me había puesto unas esposas, era la primera vez que sentía una,
salvo las que compras en las sex shop que son de juguete estas eran frías y
algo pesadas, intenté forzarlas para romperlas pensando que serían de juguete
pero no lo eran, en eso me paso algo por la cabeza y vi como una pelota se
situaba en mi boca, automáticamente la abrí y posterior a esto ella lo apretó,
era un arnés de bola lo que tenía en la boca, lo que me impedía mover las manos
y decir palabra alguna, me empecé a sentir indefenso y el corazón me latía muy
fuerte.
Caminamos
hacia afuera de la cocina y mi corazón iba a explotar, lo más gracioso ahora
que lo pienso es que mi mayor miedo es que ella descubriera que todo eso había
sido mi idea e imaginaba la cara que pondría, y es gracioso porque en esa
situación habían montones de cosas peores, pero para mí ese era mi mayor miedo,
al llegar a la sala no había nadie, Ana me sonrió y me dijo – ya empezó la
fiesta – subimos las escaleras y al llegar a la planta alta habían 3
habitaciones, una a la izquierda que después descubrí que era el baño, la de la
derecha que nunca supe que era y una al fondo, donde la puerta estaba
entreabierta y la luz encendida.
Entonces
Ana me abrió el cinturón, me quito el botón de mi pantalón y me bajo a las
rodillas pantalón y calzones, saco su celular y empezó a grabar
--Adivinen
que encontramos—me apuntó con el celular y me grabo de pies a cabeza
-- es un cornudito que está buscando a su esposa y no se imagina lo putita que es ella—entonces abrió la puerta y vi a mi mujer abrazada de Julián sujetándole la verga con una mano mientras Julián la besaba y le sobaba una teta.
Entramos
y era una habitación que tenía dos camas, un sillón, la puerta por donde
entramos y al lado otra puerta que daba a un baño que conectaba con la puerta
que de afuera. Los dos chicos estaban
con sus vergas de fuera pajeándose mientras veían como Julián agarraba a mi
mujer con fuerza del cabello y la hacía arrodillarse, con su otra mano se alzó
la verga y empujo la cara de mi mujer a sus testículos donde ella saco la
lengua y se los empezó a lamer.
Había
algo diferente, la forma en la que mi mujer le comía los huevos era muy
diferente de otras ocasiones en las que la había visto, aparte estaba en cuclillas
y con las piernas separadas no dejaba de sobarse la concha, se veía
extremadamente caliente y excitada, la cara la tenía roja me imagine que la
situación le era muy excitante pero pronto sería todavía más rara la situación.
--Miren
lo que está aquí—decía Ana mientras acariciaba el cabello de mi mujer y la
grababa con su celular.
--
que rica putita, ven dame un beso-- le
giro la cabeza y le dio un beso en la boca el cual mi mujer correspondió.
--mira
lo que hay aquí y le hizo mirarme—
-¿porque
esta así?- fue lo que alcanzó a preguntar cuando Julián la volvió a tomar de
los cabellos y llevo su cabeza a su verga para que abriera y se tragara ese mástil
el cual apenas y le entraba la cabeza y un poco más.
Ana
continuó grabando como mi mujer le comía la verga a Julián, mientras con sus
uñas se las pasaba por sus piernas y sus pompas, sacaba la boca para pasar la
lengua desde sus huevos hasta la punta de su cabeza y se la volvía a meter
hasta donde podía llegar y sus ojos se ponían llorosos.
Entonces
Julián alzo a mi mujer y la tiro en la cama, le quito la tanga la cual traía
empapada y la aventó al piso, empezó a frotar su verga contra el coño de mi
mujer “sin condón”, ella solo gemía de sentir como se restregaba, entonces Ana
se acercó a ella y le dijo:
--Quieres
que mi marido te meta su verga—
-Siiiiiii-
--Vas
a ser nuestra esclava—
-Sí,
pero ya, estoy muy caliente, métemela la necesito-
Entonces
Julián abrió un cajón que estaba entre las camas y sacó un condón y mientras
que se lo ponía Ana abrió la bolsa de mi mujer y saco su celular, se acerco a
mi mujer al mismo tiempo que Julián empezaba a frotar su glande contra la
vagina de mi mujer la cual al más mínimo tacto gemía y se retorcía.
-Si
vas a ser nuestra esclava demuéstralo putita, desbloquéalo- ella sin pensarlo
le puso su dedo a su celular lo desbloqueo y se lo dio, Ana tomo su celular con
el que estaba grabando y se lo dio a uno de los chicos para que continuara
grabando mientras ella revisaba el celular de mi esposa.
Yo
me quise mover pero ella solo se rió y me hizo una seña con su dedo de que
guardara silencio mientras se sentaba en el sillón a revisar tranquilamente el
celular.
Mi
mujer estaba acostada en la cama abierta de piernas gritando y gimiendo
mientras Julián la embestía, entonces uno de los chicos se acerco a su cara y
ella le sujeto la verga y la empezó a pajear, luego la sujeto fuerte y se la metía
al cachete y la sacaba haciendo un ruido como guuuup, la volvía a pajear y se
la volvía a meter en la boca y la sacaba pegando con su cachete haciendo
nuevamente ese ruido, para después dejar que el chico le follara la boca con su
pene.
Entonces
Julián empezó a acelerar las embestidas, escuchar el ruido del golpe de las
nalgas de mi mujer con sus testículos, ella se agarro fuerte de la cama,
mientras Julián se dejaba caer sobre ella, se salió, se saco el condón y lo aventó
a un bote, entonces fue con Ana se sentó en la cama que estaba al lado del
sillón y ella fue hacia él, le mostraba una cosa y los dos se reían.
Mientras,
por el otro lado el chico al que se la estaba chupando se había puesto del otro
lado, la había puesto en cuatro y estaba penetrando a mi mujer y el chico que
grababa con su celular estaba frente de ella agarrándole de la cabeza mientras
ella le comía la verga.
Entonces
los dos se detuvieron y se empezaron a pajear frente a ella hasta venirse en su
cara, ella quedó recostada en la cama pero no dejaba de dedearse la concha y
cruzar las piernas, mientras con la otra mano se sobaba una bubi.
Julián
y Ana se levantaron y le dijeron que ya era hora, los otros dos chicos
levantaron a mi mujer y la llevaron a la otra habitación que fue cuando me di
cuenta que era un baño, entraron los 4 y me dejaron ahí como si fuera solo un
mueble o peor aun como si ni siquiera estuviera ahí.
De
esto que viene a continuación me entere hasta ver el video.
Ellos
entraron a la habitación, le quitaron a mi mujer la ropa que traía puesta y Ana
se quito la ropa se metieron juntas a bañar, mientras los chicos grababan como
Ana le sobaba las tetas a mi mujer, entonces se arrodillo y puso una de las
piernas de Diana en su hombro, se acercó y le empezó a comer la concha, lo hacía
delicioso.
Mi
mujer gemía de placer y la agarraba de sus cabellos y la hundía más mientras
sacaba la lengua y ponía los ojos en blanco, unos minutos después se venía a
montones, Ana se levantó y mi esposa le dijo:
-Me
tiemblan las piernas- mientras le daba un beso en la boca
Ana
cerró la llave y le preguntó que como se sentía, ella le dijo que estaba bien,
que todo había sido muy rico, entonces Ana fue y sacó algo de atrás del espejo
del baño, semanas después me enteré que a eso se les llama cuadros. Le dijo que era su esclava y como tal debía
obedecer, le abrió la boca y le dijo que alzara la lengua y entonces le puso
esa tira.
Ella
le pregunto que era, pero Ana solo le dio un beso y Julián le paso un traje de
colegiala.
-eres
mi esclava y ahora también seremos tu papi y mami, ya es hora de que te vistas
para ir al colegio-
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