Ir al contenido principal

POR NO CONTROLARME II

 

Mi mujer obedeció y se puso esa falda roja que le quedaba a media nalga, un top blanco con una corbata roja, salieron de la habitación y fue cuando la vi así vestida, se veía tan excitante.

Uno de los chicos tomo la tanga del piso y se la dio para que se la pusiera, esta tanguita negra con esa falda roja se veía riquísima, se puso sus tacones, pero nuevamente la veía distinta, parecía una puta, después de haber estado cogiendo se le había bajado pero al salir del baño parecía de nuevo toda una puta, zorra y obediente.

Entonces se fueron todos y mi esposa me dio un beso en la frente y me dijo al oído.

-bebé estoy demasiado caliente, no sé qué es lo que quieren que haga pero así como me siento ahorita creo que no les diré no a nada-  se levantó y bajaron las escaleras.

Escuché un ruido de un coche que se encendía,  me asome por la ventana y vi como sacaban una camioneta, me volví a sentar en el sofá y me quede pensando.

Todo lo que había ocurrido en tan pocas horas, ¿eran pocas?, no traía reloj, no sabía cuánto llevábamos ahí ni qué hora era, que habían hecho con el celular de Diana, o que harían con esos videos que estaban tomando, no podría contradecirlos porque todo había sido mi idea y si mujer se enterara me mataría o peor aún me dejaría.

Pero a la vez que pensaba todo eso también pensaba en lo rico que había sido verla actuar como toda una puta, estaba tan caliente, tan obediente, se la habían cogido delicioso, y la forma en la que salió vestida, parecía una puta colegiala, cuando la vi retirarse se le podía ver toda la cola, se veía espectacular.

Había pasado un rato y el dolor en mi boca era espantoso, sentía que se me iba a zafar la mandíbula sin mencionar que no dejaba de babear, el dolor de mis hombros y mis muñecas se hacía más notorio, al igual que el frio por no traer pantalones, y es que algo que uno no piensa es que tener los brazos hacia atrás no es nada cómodo, al principio no molesta pero después de un rato se vuelve incomodo, solo quería quitarme esa cosa de la boca, con eso me conformaba.

De pronto subió Ana, resulto que ella se había quedado

--Mira lo que me envió el lindo de Julián—

Era un video corto, pero reconocí el lugar, estaban por la Avenida Principal en un bar, que realmente es pequeño y al ser el único de la zona se llena bastante rápido, mi mujer estaba platicando con el chico de la entrada mientras les hacía señas a los demás de que pasaran.

Tal vez no parezca mucho, pero imagínate que estas por entrar a un bar y en eso ves llegar a una chica con una falda a media nalga, a un sitio donde solo ponen perreo y que están prácticamente pegados unos contra otros.

Se me puso la verga durísima y Ana se rió me dijo que le encantaba que por fin me hubiera decidido a hacerlo, que esto era solo el principio, que mi esposa se parecía mucho a ella, y que seguro Julián la haría muy puta, que me fuera preparando para los cambios que venían.

Se levantó bajo las escaleras y no la volví a ver en un rato y me quedé dormido, de pronto me desperté cuando sentí un peso encima de mí, abrí los ojos y vi a mi mujer abrazada a mí con las piernas abiertas.

-No, por ahí no por favor-

--Cállate puta que te va a gustar—fueron las palabras de Julián antes de escuchar un grito ensordecedor de parte de mi mujer y ver cómo me enterraba sus uñas en la espalda, gritaba, pero al gritar Julián le daba más fuerte, entonces me mordió el cuello, yo sentí que me arrancaba la piel.

Justo antes de venirse, se saco el condón y se empezó a masturbar tirando leche en la espalda de mi mujer y su cabello, incluso un poco me cayó en la cara, le dio una nalgada.

--Besa a tu esposo putita, que pruebe a que sabe la boca de una perra-

Mi mujer me quito el bozal y me dio un beso muy fuerte, le dije que la amaba y ella me dijo lo mismo a mí, se levantó y se recostó en la cama e inmediatamente se quedó dormida, Ana me dijo que la dejara descansar y nos bajamos los tres, Ana me quito las esposas.

Le pregunte a Julián a donde habían ido pero no me quiso decir, incluso después cuando le pregunte a mi mujer ella me dijo que no se acordaba de nada, que estaba muy mareada, que recordaba cuando llegamos y una que otra parte pero se le borro todo lo sucedido, ella siempre me había contado todo y nunca nos habíamos escondido nada así que supuse que era cierto.

Platique un rato con ellos dos de cosas coloquiales y después subí por mi esposa, Julián me ayudó a meterla al coche, al llegar a casa, la recosté en la cama y le quite el disfraz, ahí me di cuenta que estaba todo manchado de semen pero no sabía si era el semen de Julián o el de alguien más, me hice una chaqueta pensando en lo que habría hecho mi esposa en ese bar y de todo lo que hizo esa noche y después me quede dormido a su lado.

Pensando en cómo había cumplido mi fantasía lo rico que había sido y como ya podía seguir adelante, sin darme cuenta que mi tontería solo había sido el principio de un cambio radical en nuestra relación.

 


 

Comentarios

Entradas populares de este blog

VIDA DE CORNUDO

  -y dime cariño, ¿anoche disfrutaste viendo como rafa me penetraba?, La pregunta de Gabriela me causaba cierta incomodidad pero no le podía mentir, -si Gabriela, disfrute mucho viendo como rafa te hacía suya, Gabriela le dio un sorbo a su café y sonriendo me dijo, -vaya, no pensé que lo disfrutarás tanto, ¿entonces esto va en serio?, -bueno, ¿si tu así lo deseas?, -claro que lo deseo, pero...¿por que no me lo habías confesado antes?, -es que no pensé que lo fueras a aceptar, -bueno, pues ahora que sabes que si lo acepto ¿vamos a continuar con esta forma de vida?, -si claro, -bueno, pues déjame decirte que me adelante a tu respuesta e invite a rafa a que viniera de nuevo, pero déjame decirte que ahora será bajo mis reglas, Las palabras de Gabriela me confundieron un poco, no sabia a que se refería con eso, -¿a que te refieres con tus reglas?, -bueno, para comenzar quiero que cuando yo este con rafa o algún otro amigo tu te metas al mueble que esta en el pasillo y sin hacer ningún escán

Gyaru Chukai Netorase

 

Mi esposa toda una puta

  Contare como mi esposa se convirtió en una esclava sexual de un grupo de nigerianos y como ella me mostró mis cuernos. Mi nombre es juan y estoy casado (sigo casado pero ya casi divorciado) con Viviana mora, ella proviene de una familia muy ligada a la religión por lo cual yo fui su única pareja, fuimos novios por 6 años hasta que nos casamos. La vivi es una mujer de 28 años un año menor que yo, es bajita 1,60 aproximado, tiene el cabello castaño y usa lentes, además una risa chillona. Hace un par de meses nos cambiamos a nuestra nueva casa que nos regalo mi padre, se ubica afuera de la ciudad en un barrio plagado de emigrantes y en especial nigerianos, con la vivi estábamos ordenando nuestra casa y para preparar algo de comer sale a comprar al negocio cerca de nuestra casa, en eso salgo a regar el jardín cuando la veo llegar a la puerta con un tipo de raza negra bastante alto yo diría como 1,90 y bien fornido la pobre vivi le llegaba casi al pecho. --vivi: querido te presento a nues