Se
acercó, me dio un beso y me dijo “ponme crema en todo el cuerpo”, yo me levanté
y eso hice, empecé por los dedos de los pies, subí a las piernas, se recostó en
la cama y se dio vuelta para que le sobara las pompas, puse un poco mas de
crema en su chiquito y empecé a jugar.
Ella
me detuvo y dijo que siguiera con el masaje pero yo notaba como ya había empezado
a empapar su tanguita, se dio la vuelta y pase a sobarle los pechos y justo
cuando iba bajando me detuvo, me dio un
beso y me dijo tranquilo amor, que me estas calentando y voy a querer coger.
Yo
le dije que lo hiciéramos y ella me dijo que no, se levantó y fue al closet,
cuando regreso para verse en el espejo traía un babydoll negro chiquito que no
se lo había visto nunca, me dijo que fuera al closet y le pasara unos zapatos
negros de tacón y eso hice, cuando llegué me hizo seña de que se los pusiera,
levantó una pierna y luego la otra.
Se
miro al espejo se veía espectacular, no pude mas, me levante y la agarre por
atrás, le empecé a besar el cuello y metí mis dedos debajo de su tanga, tenía
la conchita empapada, en eso sonó su celular y lo contestó.
-Si…….,
ya,,,,,,,,,,,, ok,,,,,,,,,,,,,,voy- fueron todas sus palabas
Fue
al closet y saco una gabardina la que se puso, tomo una bolsa, metió su celular
y se salió de la casa sin decirme nada, yo todo sacado de onda la seguí, afuera
del departamento se encontraba Carlos, estaba en su coche con la puerta abierta
esperándola, al verla la jalo del cabello.
--¿Qué
te dije puta?— ella se abrió la
gabardina –Te dije como ir vestida, ¿a qué hora te dije que podías usar eso?—le
quito la gabardina y me la aventó
No
sé cómo se sintió ella en ese momento pero yo sentía mi corazón explotar, era
una zona de departamentos, no era noche, todavía no oscurecía, eran tal vez las
7:20 pm, lo recuerdo porque salí de trabajar a las 6, en lo que llegue y en lo
que se cambio habrá sido a lo mucho media hora.
A
lo que me refiero es que era justo la hora en la que la gente llegaba de trabajar,
y mi esposa estaba afuera del departamento en babydoll, tanga y tacones con un
sujeto que no era su esposo apretándole las nalgas mientras que su esposo
sujetaba su gabardina sin decir nada.
Le
apretó las nalgas y le dio un beso bien profundo, se giro, le miro la cola y le
dio una nalgada, diciéndole “súbete puta”, después se acercó a mí, me dio una
suave cachetada en el cachete y me dijo “hoy te van a crecer más los cuernos”,
se subió al coche y los vi irse.
No
tenía idea de cuál era su plan, mi mujer no me había contado nada, le marqué y
me mandaba a buzón, le enviaba mensajes y solo apareció una palomita, después
de unas horas me di por vencido, me acosté y me puse a ver la tele.
Como
a eso de las 11 recibí un mensaje de Carlos, era un video, una fiesta y mi
mujer estaba bailando con un chico que le apretaba una nalga, mientras todos
los veían.
--Veníamos
para mi casa cornudo, pero vimos una fiesta de unos chavos y les pregunté si podíamos
pasar y dijeron que si, la putita se esta divirtiendo bastante--
Yo
estaba sacado de onda, poco después me marco mi mujer.
-Amor,
acabo de hacer una locura-
--¿Qué
paso bebé?—
-Carlos
me trajo a una fiesta y sabes como estoy vestida, varios chicos me han
manoseado y las chicas no dejan de decirme puta-
--Mándame
tu ubicación, voy por ti—
-No
lo entiendes amor, estoy empapada, me gusta que me exhiba como su puta, te amo
al rato te escribo-
De nuevo no volví a saber de ellos, hasta las 3 de la mañana cuando recibí algo que cambio el rumbo de nuestra relación, esos límites que no los dices pero que sabes que existen. Una foto, la colita de mi mujer y la verga de Carlos pero sin condón.
Yo
miraba una y otra vez la foto, no se notaba bien, yo podía estar suponiendo que
tenía la verga adentro pero podía ser que su verga estuviera abajo y el culo de
mi mujer la cubría dando la apariencia de que estaba dentro, solo querían jugar
con mi mente.
Pero
los muy miserables ya no me contestaron en todo el fin de semana, hasta el
domingo a eso de las 8 pm, me llegó una ubicación a mi celular, era en Tlalpan
por Viaducto, no decía nada más, solo me había enviado la ubicación, sentí un
escalofrío y de inmediato me subí al coche y fui hacia allá.
Hasta
yo me sorprendí de que llegara en 20 minutos, me habré volado algunos semáforos
que más tarde tuve que pagar las multas, al llegar vi a mi mujer que estaba en
la zona de putas y al verme corrió al coche y se subió.
-El
tonto de Carlos amor me dejo aquí, las chicas se me abalanzaron pero les dije
que era una idea de mi amante y mi esposo cornudo y se rieron, pero creí que me
iban a madrear-
Yo
solo veía como iba vestida, era el mismo babydoll pero se notaban varias
manchas en el, ella se dio cuenta de que observaba su atuendo y se acurruco a
mi lado mientras me mordía el oído.
Ella
me relato en el trayecto como Carlos la había llevado a una fiesta de unos
chavos de unos veinte años, que no dejaban de sobarla y que las chicas le
decían a Carlos que su novia era una puta y el solo decía que eso mejor se lo
dijeran al cornudo de su marido.
Después
se fueron y llegaron a su casa, ahí el saco una botella de vino y se fueron
directo a la cama, el no traía condones y solo estuvieron jugueteando, le
sobaba las tetas, le acariciaba la conchita, después de unas horas ya traía la
tanga empapada, ella se puso en cuatro y el hacía como que la penetraba y le
restregaba la verga por la tanga.
Hasta
que ya no aguanto más y le hizo a un lado la tanga y le metió la verga, ella la
sintió hasta el fondo y el la sacó para después volver a jugar, ella ya estaba
muy caliente y no dijo nada, solo se dejo hacer, estuvieron cogiendo toda la
noche sin condón, en la recámara, en la sala, en la cocina, en el baño.
Al
día siguiente ella le dijo que la llevara a casa, que tenía que ir también a la
farmacia para comprar la pastilla pero él no la dejo, al contrario la siguió cogiendo
todo el día, viendo pelis y llenando su conchita con su leche mientras le
decía.
--¿y
si te embarazas?—
-¿Qué
tiene?-
--¿quién
lo va a cuidar?—
-pues
el cornudo-
--
ja ja, que pendejo--
-o
¿quieres ser tu el papá?-
--no,
prefiero ser el tío que viene a cogerse a la mamá y que el pendejo de tu marido
cuide al chamaco—
-mira
que si sigues así no me voy a tomar nada ehhhh-
--¿Por
qué crees que no te he dejado ir?—
-Te
pasas, que va a decir Joel-
--No
tiene nada que decir, eso le pasa por pendejo—
Y así el domingo cuando ya por fin la iba a llevar a casa decidió divertirse y dejarla en Tlalpan, al llegar a casa no pude más que recostarla en la cama separarle las piernas y comerle la conchita mientras me decía –“sácalo todo cornudito, sino vas a ser papá”- mientras me empujaba muy profundo de la cabeza agarrándome del cabello con todas sus fuerzas al punto que sentía que no podía respirar y así hasta sentirla venirse en mi cara.
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